En 1977, Hans Mulder, emprendedor y gran conocedor del mercado europeo, decide constituir MYCSA, MULDER Y Co., S.A., con la idea de cubrir un vacío de mercado existente en la elevación, manipulación, tratamiento de cargas y elevación de personas. Una empresa dedicada a la importación y con su primera oficina en el paseo de la Castellana de Madrid.